Lima, 25 de noviembre de 2024.- La prevención seguirá siendo uno de los pilares de la ciberseguridad, pero, en simultáneo, se vuelve cada vez más importante la capacidad de dar respuesta a un incidente: ese es el foco del concepto de ciber resiliencia.
El número de ataques cibernéticos esperados para la segunda mitad de 2024 crecerá un 39%, de acuerdo al Informe de Ciber inteligencia de Amenazas elaborado por NTT DATA. Además, son cada vez más sofisticados, frecuentes y difíciles de detectar. Esto implica que ninguna organización está exenta de sufrir uno.
La ciber resiliencia prepara la organización para actuar durante y después de un incidente. Para ello, propone un conjunto de procesos, procedimientos y tecnologías que permiten operar los procesos críticos durante un ataque (aún cuando se extienda en el tiempo) y recuperar las operaciones críticas de forma rápida, minimizando el impacto sobre el negocio y los clientes finales.
Se trata de un enfoque complementario al de ciberseguridad. Mientras esta pone el foco en la protección y la detección, la ciberresiliencia se centra en los planes de actuación durante y después de un incidente, incluyendo las estrategias de recuperación.
“Una empresa ciber resiliente es capaz de atravesar incidentes minimizando la pérdida económica, la inversión en la recuperación y los costos vinculados con multas y reclamos”, explica
María Pilar Torres Bruna, Directora Cybersecurity LATAM e Iberia de NTT DATA. “Al mismo tiempo, genera el menor impacto posible en terceros, cuida la reputación de la organización y, lo más importante, garantiza la continuidad del negocio”.