Lima, marzo 27 de 2025.- Telefónica del Perú se encuentra en un momento crítico, navegando por aguas turbulentas que amenazan con sacudir los cimientos de la industria de las telecomunicaciones en el país.
La empresa, un gigante en el sector, se enfrenta a una deuda exigible de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT), un conflicto que se ha prolongado por más de dos décadas.
Esta controversia ha llevado a la compañía a iniciar un procedimiento concursal ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
intelectual (INDECOPI).
La deuda, que asciende a 437.433.240 dólares, corresponde al Impuesto a la Renta de los ejercicios 2000-2001. Telefónica del Perú asegura que este monto ya está contemplado en sus estados financieros auditados de 2024 y que no representa un riesgo para su sostenibilidad financiera.
La empresa confía en que el procedimiento concursal permitirá establecer condiciones de pago justas, en coordinación con todos sus acreedores.
En medio de esta reestructuración financiera, Telefónica del Perú enfatiza su compromiso con la prestación de servicios públicos de telecomunicaciones.
La empresa atiende a más de 13 millones de clientes en zonas urbanas y rurales, y cuenta con 4.5 millones de hogares conectados a su red de fibra óptica. Además, tiene en marcha un plan de modernización de su red móvil, que incluye el reemplazo de más de 5.000 estaciones base hasta 2027, con el objetivo de integrar todas sus tecnologías (2G, 3G, 4G y 5G) en una única plataforma.
Esta situación se produce casi un año después de que una Corte Superior de Justicia de Lima ordenara a la SUNAT anular tres cartas fianza utilizadas para cobrar una deuda tributaria a Movistar y devolverle más de 347 millones de soles más intereses.
Cifras de OSIPTEL
Sumado a lo anterior y como si fuera poco en febrero de 2025, el mercado de telecomunicaciones en Perú experimentó un notable incremento en la portabilidad móvil, con un total de 599.692 líneas que cambiaron de operador, según informó el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL), este número representa un aumento del 24,86% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Sin embargo, no todas las empresas del sector lograron beneficiarse de esta dinámica. Telefónica, operando bajo la marca Movistar, registró el peor saldo neto de portabilidad, con una pérdida de 12.658 líneas, lo que refleja una preocupante tendencia para la compañía, que ya ha iniciado un plan de desinversiones en el Perú.
De acuerdo con los datos publicados en el portal informático PUNKU, el segmento pospago lideró las portaciones, representando el 70% del total, con 419.755 líneas transferidas. Por otro lado, el segmento prepago acumuló 179.937 portaciones, lo que equivale al 30% restante.
Bitel lidera en portabilidad mientras Movistar sufre pérdidas
Entre las empresas operadoras, Bitel destacó como la gran ganadora del mes, logrando un saldo neto positivo de 18.237 líneas, gracias a que ganó 128.083 líneas y perdió 109.846. Este resultado la posiciona como la compañía con mejor desempeño en términos de portabilidad. Claro, por su parte, también obtuvo un saldo positivo, aunque más modesto, con 2.243 líneas adicionales, tras ganar 171.674 y perder 169.431.
En contraste, otras operadoras como Entel y Movistar enfrentaron saldos negativos significativos. Entel perdió 7.649 líneas, mientras que Movistar registró la mayor pérdida neta, con 12.658 líneas menos.
Ante este panorama, nos surge cierta interrogante sobre el futuro, ¿Cómo afectará la reestructuración financiera de Telefónica del Perú a la velocidad de implementación de la tecnología 5G en el país?